Has terminado el curso y ahora toca ponerse a prueba.
De primeras te diré que llegarás a la clínica que sea y no tendrás ni idea, pero es NORMAL, ¡no te preocupes!
Se de primera mano que, a pesar de creer que tienes la teoría controlada, cuando llegas a una clínica u hospital a hacer las prácticas pasan 2 cosas muy habituales:
- De repente se te olvida todo.
- Las cosas que habías estudiado en la realidad son muy diferentes y te sientes completamente perdido y «no sabes hacer nada». Como si ni siquiera hubieras realizado el curso.
Es completamente normal que esto ocurra, lo cual no quiere decir que no sirvas para este trabajo. Date tiempo, coge confianza con el equipo, no tengas vergüenza a preguntar dudas y a decir que no sabes hacer algo.
Te daré algunas claves:
- Los primeros días intenta averiguar la forma de trabajar del centro donde estés, intenta quedarte con dónde guardan las cosas y con la función que realiza cada empleado. Esto te ayudará a desenvolverte con más facilidad y saber a quién tienes que preguntarle cada cosa. Además, observando también se aprende.
- No tengas vergüenza y pregunta todo lo que se te ocurra, pero elige un buen momento para hacerlo. En las clínicas y hospitales hay momentos de mucho estrés para los empleados y hacer muchas preguntas o no dejarles trabajar puede generar incomodidades. Si se te ocurren preguntas en momentos complicados, apuntalas y pregúntalas más adelante. De esta forma ayudas al personal de la clínica (porque no les frenas en sus tareas) y tú obtendrás respuestas más elaboradas y mejor explicadas.
- No interrumpas las consultas veterinarias ni al veterinario cuando esté hablando con el propietario. Al igual que en el punto anterior, apunta la pregunta y espera el momento adecuado. Y, por supuesto, no intervengas en la conversación veterinario-cliente.
- Recuerda que tu trabajo es ser auxiliar, por lo que tus preguntas deben ir enfocadas a esto. Obviamente, puedes hacer preguntas al veterinario sobre un caso, pero lo que realmente debes aprender no es a diagnosticar. Sigue a tus compañeros auxiliares, ¡tienen mucho que enseñarte!
- Se proactivo. Las primeras semanas no podrás hacer mucho más que seguir a los compis e ir empapándote de todo lo que hacen y cómo lo hacen, pero cuando hayas aprendido algo en lo que te sientas seguro, ¡adelante! Les gustará que tengas iniciativa. Eso sí, si tienes dudas en algún punto, pregunta antes de seguir adelante.
- Ten buena imagen. Estás «trabajando» de cara al público, por lo que poner malas caras, estar de brazos cruzados, sentado o con el móvil delante de los clientes da muy mala imagen. Piensa que ellos no saben si estás de prácticas o si eres un empleado más, y dar mala imagen al centro es un punto muy negativo.
- Demuestra que tienes interés en aprender. Esto no sólo se demuestra preguntando, tu actitud también cuenta. Los empleados pondrán más interés en las explicaciones si ven que tú también lo tienes.
Otros miedos típicos:
- Frecuentemente creemos que debemos tener todos los medicamentos controlados: Nombres, dosis, vías de administración, utilidad… ¡Que no cunda el pánico! Esto es algo que hasta los propios empleados aprenden a base de usarlo durante años. Nadie se aprende esto de memoria, así que no pierdas tiempo en aprenderte todos estos datos. En cuanto a la administración, es más fácil de lo que parece. Será de lo primero que te enseñen y dejen hacer y perderás el miedo en los primeros días. Las formas de administración habituales son subcutáneas e intramusculares. Y ambas son muuuy sencillas, ¡no te preocupes!
- También es habitual que vengáis creyendo que ya debéis saber sacar sangre y poner vías. Y para nada. El personal de las clínicas sabe que es algo que sólo se aprende DE VERDAD haciéndolo con animales reales y haciéndolo muchas veces. Los veterinarios recién licenciados que realizan prácticas tampoco saben hacer esto al principio. Y todos hemos aprendido en las prácticas o incluso en nuestro primer trabajo (como en mi caso, ya que en las prácticas no me enseñaron). Nadie nace sabiendo. Pide que te dejen practicar cuando los dueños no estén delante o el animal esté sedado.
Como consejo adicional: Por experiencia -tanto de persona que realiza prácticas como de persona que trata con gente de prácticas-, intentaría realizar las horas de prácticas con cierta continuidad. Es decir, si la vida y la clínica os lo permiten, es más fácil aprender si vas todos los días a todas horas (como una jornada laboral normal), ya que es más fácil seguir el hilo de todo los pacientes de esta manera. Además, es más fácil que veas más variedad de tareas y seas más consciente de lo que es trabajar en una clínica haciéndolo así que si vas un día o dos a la semana.
Y ahora, ¿cómo elijo un centro de prácticas?
Normalmente la academia te facilita uno o te da varias opciones. Algunas, incluso, te dejan elegir a ti un centro veterinario y ellos gestionan los seguros con ese centro.
Y qué es mejor ¿clínica u hospital?
Por regla general pensamos que en un hospital vamos a aprender mucho más que en una clínica de barrio, pero en la mayoría de los casos no es así, ya que en los hospitales suelen tener un nivel de trabajo extremo, el cual no les permite pararse a explicar cosas. Sí, se ven cosas más «extremas», pero, si no se paran a explicarte nada, ¿de qué sirve?
Desde mi experiencia, diría que siempre es mejor empezar por una clínica de barrio que tenga diferentes servicios. Me explico:
Hay clínicas pequeñas que se limitan sólo a consultas: Vacunas y cosas sencillas. Pero hay otras que disponen de servicio de exóticos, de cirugía, hospitalización, laboratorio, etc.
Para empezar me parece la mejor opción. ¿Por qué? En estas clínicas aprendes todo lo básico y tocas un poco todas las áreas. En cambio, en un hospital, aparte de ir «acelerados» están más especializados. Y has de recordar que ahora lo que te interesa es asentar conocimientos y aprender desde abajo. ¿Te imaginas un recién licenciado en medicina que directamente le pusieran a operar corazones?
Además, cuando estás en una clínica de día ves tantas cosas diferentes que también sirve para que tú sepas qué campo te gusta más, de forma que si quieres especializarte o saber más de ese tema, puedes hacerlo posteriormente, pero teniendo una base.
Obviamente, ni todas las clínica ni todos los hospitales son iguales, por lo que elige SIEMPRE por ti mismo.
Ahora, independientemente de que elijas clínica u hospital, también debes informarte antes de decidirte por un centro. Pregunta al propio centro si suelen tener gente de prácticas, ves a conocer la clínica en persona, busca opiniones en internet… Todo lo que se te ocurra para asegurar que van a ser prácticas en las que aprendas de verdad y no vayas a perder el tiempo.
Y como último consejo, las prácticas son tremendamente importantes no sólo para aprender, si no que, en ocasiones, también te ayudan a encontrar trabajo posteriormente. Te lo cuento en el siguiente enlace.